Una mala noticia para los seguidores de United States of Tara. Showtime ha decidido que la tercera sea su última temporada, mientras que Nurse Jackie, protagonizada por Edie Falco, serie con la que nació y ha venido acompañada de la mano siempre en el mismo día de emisión, consiga renovar para una cuarta temporada.
¿Mi opinión? Cancelación totalmente inmerecida. Y además por varias razones.
El desarrollo de la trama principal, la que concierne a Tara no está para nada en una fase final de su evolución, por lo que posiblemente los espectadores se tendrán que conformar con un final avanzado, rápido y sin que termine de cerrar todos los cabos sueltos. Esperemos que no sea así, y que al menos, la sensación tras ver el último capítulo de la temporada y de la serie deje con buen sabor de boca a los seguidores de Tara.
Como viene siendo habitual, y con una satisfactoria periodicidad insaciable, Woody Allen estrena nueva película. De nuevo, una capital europea bautiza su título. París. Y una vez más, al igual que ya hizo en Vicky Cristina Barcelona exalta los estereotipos bellos y positivos de la ciudad. La Torre Eiffel, Marion Cotillard, Carla Bruni, planos y estampas casi paradisíacas... ¿Qué hay de malo en resaltar los clichés si vienen acompañados de una historia tan mágica y una cinematografía tan bella como la de Midnight In Paris?
Owen Wilson encarna a Gil (prácticamente una calcamonía de la personalidad de Woody Allen en la primera etapa de su cine), un escritor cansado de su vacía vida norteamericana. Junto a Inez (radianteRachel McAdams), su prometida, y los padres de ésta se embarcan en un viaje a París. Será en esta ciudad donde Gil empiece a programar su futuro, un planteamiento que se consolida tras descubrir cada medianoche en sus paseos nocturnos, la panacea de su vida.
Los ciudadanos salen a la calle. Las acampadas carecen de ideología predefinida. Bajo el lema de ¡Democracia Real Ya!, miles de personas se agolpan en núcleos de todas las ciudades. Hablan de la revolución de las redes sociales como principal arma de reivindicación. Cientos de personas twittean, cuelgan fotos, reclaman sus derechos. Lluvias metereológicas y cascadas de trending topics empiezan a colapsar las pantallas de los usuarios (bueno, quizá no las meteorológicas). Todos relacionados con el gran movimiento que está ocurriendo.
¿Cómo no? Lo admitan o no. El movimiento radical de Intereconomía es marketing puro y duro. A los dirigentes de este canal les encanta (Qué bien me lo paso con mis links) hacer saltar a todos aquellos que están en su contra. Les encanta verse en listas de Trending Topics. Les encanta hacer rechinar los dientes a todos los que hablan de ellos con irritación. Con la indignación que van conformando crean dos patrones de conducta. La que hace al espectador cambiar de cadena y la que hace al espectador mantenerse rabioso viendo Intereconomía. No me extraña, por lo tanto, que tenga buenas audiencias.
El hecho de escribir este post ya es una forma de ir alimentando esa espiral de popularidad.. Pero es que... ¡Demonios! Hay veces que es imposible contener la carcajada estruendosa. Esta entrada no tiene por qué ir más allá de comentar un parecido que yo, totalmente absorto, hallo en uno de estos vídeos sobre la #acampadasol. Porque un señor con parche, una señora tan tiesa y un presentador con aires pérfidos encuentran aquí su inmediato equivalente.
26 de Abril. Facultad de Ciencias de Información de la Universidad Complutense de Madrid. Es llevada a cabo una proyección de cortos. Sólo eran emitidos los cortos cuyos directores no sobrepasaran los 21 años en el momento de la realización. Tras una sucesión de piezas amateur que despiertan ahogadas carcajadas sonrisas y risas en los espectadores (y no precisamente por aspectos positivos), es proyectada la pequeña joya del festival. Y no, no me refiero al que se supone invitado de honor, Fran Casanova, con su corto "Indiana Jones y la búsqueda del Ídolo Perdido" - apenas entretenido para todos aquellos que no han visto cada película de la famosa saga al menos cuarenta veces-. De hecho... ¿No se suponía que los cortos eran hechos por personas de menos de 21 años? Yo hubiera recomendado a este realizador haber mostrado el que hizo a esa edad y no promocionar una producción efectuada con unos cuantos tacos más...
Pero me desvío del tema, esa pequeña joya por la que ya hubiera merecido el pase a la proyección (y de hecho debería haber sido premiada con una asistencia mucho mayor en el patio de butacas) fue el cortometraje dirigido por Ricardo Yebra, 'Cuando Crecen las Flores' (espero que Yaiza de Canarias y su parodia sobre la violencia de género me perdonen).
"Una historia narrada más que con hechos, con sentimientos", así define Ricardo Yebra Cuando Crecen las Flores, primera producción perteneciente a un bloque de cuatro cortometrajes (el segundo ya está en el horno).
A pesar de que el teaser deja al espectador con una sensación algo confusa, la que se obtiene después de visionar el cortometraje completo es radicalmente más plena.
Una iluminación y fotografía que ya les gustaría a muchas producciones nacionales que llegan a las grandes pantallas, de la mano de Javier Horcajada. Contrastes cálidos y fríos que encajan a la perfección con la historia.
El punto de confusión que otorga Ricardo Yebra a la historia es prácticamente vital, ya que posiblemente de no ser así, 'Cuando Crecen las Flores' pasaría a ser "un corto más". La edición de Fran Rubio también es uno de los puntos fuertes del corto, con un equilibrio bastante acertado entre los "flashbacks" y el tiempo presente.
También es imprescindible mencionar a los dos actores protagonistas, Lolo Martín y Caro Olmedo, que consiguen una conexión (en todas las acepciones posibles de la palabra) básica para que lo que acontezca en pantalla pueda traspasarla y tocar, de alguna forma, al espectador. Además, según el director, el trabajo previo con los actores fue bastante intenso. No se conocían de forma previa al cortometraje, y comparten escenas muy comprometidas.
La música original, de Javier Flores, es otro de los elementos fundamentales que ayudan a que el espectador sea absorbido por el corto. Se nota que cada aspecto de Cuando Crecen las Flores ha sido muy mimado.
Hace algo más de mes y medio desde el estreno en Showtime de la Tercera Temporada de United States of Tara, la cuál esperaba con cierto antojo. Prácticamente devoré las dos primeras, que me parecieron dentro de su sencillez y de la aparente simplicidad de su premisa inicial, absolutamente bestiales. Emocionantes, con chispa, refrescantes y tremendamente absorbentes, en las que los capítulos seguían un patrón de calidad creciente en el que cada episodio constituía un bloque en el desarrollo de la historia más sólido que el anterior.
El concepto básico es muy atrayente. Tara es una mujer que sufre la "DID", Desorden de la Identidad Disociativa, lo cuál conlleva a confeccionar una serie de múltiples personalidades con las cuáles su familia ha aprendido a convivir y aceptar con una aparente total normalidad.
Tuvo muchas críticas allá por su estreno sobre la forma tan liviana, simple y estereotipada de presentar y desarrollar esas otras personalidades, pero aquí se pueden observar argumentos de peso en contra de tales acusaciones.
Ayer, 9 de Mayo de 2011, fue emitido el capítulo número 7 de la Tercera Temporada, cuyo título es "The Electrifying & Magnanimous Return of Beaverlamp", y a pesar de que cuando la serie funciona, consigue momentos de genialidad. La mayoría de los cliffhangers de los capítulos: Charmaine rompiendo aguas, el ataque de DID que sufre Tara mientras se examina, o mismamente el del capítulo mencionado en el que cabe la posibilidad de que entre en escena un nuevo alter (que se sumaría a T, Alice, Buck, Shoshana, Gimme y Chiken), sorpresivamente la serie ha perdido fuelle. Ha pasado de ser uno de los estrenos que más esperaba a ser una serie cuyos capítulos "toca" ver. Quizá las tramas no han sido la mejor elección, pero quién sabe, quizá con la nueva personalidad presentada en el episodio 7, podemos vislumbrar por dónde va a desembocar finalmente la intriga principal de la serie.
Tara se va a la Universidad
Mientras sus alters se encargan de ir averiguando poco a poco el pasado de Tara (ese cada vez más cansino Buck yendo a casa del hermano), ésta decide dar un paso de "madurez" y de encauzamiento de su vida y retomar lo que su enfermedad le impidió en su día llevar a cabo, ir a sacarse una carrera, estrechamente relacionada con el mundo de la psicología.
Nada más pisar el aula, Shoshana se apodera del cuerpo de Tara, se sube a la tarima y empieza a dar la clase como una auténtica experta. Posiblemente, este haya sido uno de los mejores momentos de lo que llevamos de temporada.
Objeto de fascinación del verdadero profesor, el Dr. Hatteras (que guarda un tenebroso parecido físico con uno de los míos) utilizará a Tara como conejillo de indias con una especie de intercambio de intereses. Ella para intentar mejorar y conocerse al fin y al cabo, y él estudiar el proceso de la DID.
Capítulo a capítulo, el momento "Tara va a la Uni" se me hace más pesado, aunque probablemente en esta trama reside el (prácticamente seguro) giro futuro de la temporada.
Marshall y Kate. Tanteando sus posibles caminos
Otro que ha pegado un bajón importante es Marshall. De ser un personaje con un carisma brutal, irónico, cómplice del espectador a ser en ocasiones repelente. Parece que su fase de aceptación y descubrimiento de su homosexualidad fue extremadamente más interesante y entretenida que la de ahora, sumergido en su relación con Lionel y Noah, cada vez más tediosa. Aunque el cortometraje que nos regalan en el segundo episodio es también de lo más original y apreciable de la temporada.
Kate sin embargo ha potenciado lo impulsivo que la caracteriza (bastante apreciable el cruce realidad/ficción con lo acontecido recientemente en Fukushima) hasta convertirse en una destacada azafata de vuelo. La línea que separa la frescura y lo insoportable en Kate suele ser más bien fina, es positivo que esté más cerca de la primera.
Charmaine. Una mamá en apuros.
Uno de los personajes favoritos de los seguidores de United States of Tara. Para mí, totalmente anodino. Lo mejor de ella sale en alguna de las conversaciones que mantiene con su sus sobrinos. Su relación con Neil está siendo carne de gran protagonismo en esta primera mitad de la tercera temporada, algo que particularmente no me agrada demasiado.
Podrían en futuros capítulos explotar el miedo que tiene Charmaine de que su recién nacida entre en contacto con alguno de los alter de Tara, y crear alguna situación verdaderamente importante para el desarrollo de la serie.
De hecho, ese momento en el que Charmaine no deja que su hermana coja en sus brazos al bebé es especialmente emocionante. (Aunque también ayuda, y mucho, el excelente trabajo de Toni Collette).
Frances Conroy. Un Cameo de Calidad.
Grata sorpresa me llevé cuando vi el tercer capítulo: "The Full F**k You Finger" y nos presentan a la madre de Max. Sandi Gregson. Y yo que tengo recién terminada la absolutamente magistral Six Feet Under, ver que dicho personaje está interpretado por Frances Conroy resulta cuanto menos, agradable.
De madre coraje a obsesiva madre con Síndrome de Diógenes. Espero ver más de ella en futuros capítulos y que dejen explotar la vena cómica y dramática que Frances tiene y que tristemente no luce desde el último capítulo de A Dos Metros Bajo Tierra en 2005. Aunque para nada parece que vayan a desarrollar al personaje de forma que ésto sea posible.
Situaciones de Cotidianidad.
Si algo me resulta muy apreciable de United States of Tara son esas escenas en las que "no pasa nada" y tan sólo están en la cocina charlando, bromeando, manteniendo conversaciones totalmente naturales y visibles en una familia. Ese ambiente familiar agridulce, la mala leche y el cariño que desprenden todos los miembros de la familia Gregson es de lo que más valoro en esta serie.
Aunque los personajes secundarios sean muy importantes, es indudable que los cimientos de la serie tienen un solo nombre, Tara... Y consecuentemente el trabajo interpretativo de Toni Collette, que no es para nada fácil, y lo hace increíblemente bien. Aunque sí, Buck me está empezando a resultar insoportable.
Veremos cómo se desarrolla esta Tercera Temporada, que aunque no ha empezado precisamente fina, tengo la sospecha de que los últimos capítulos tendrán la fuerza y potencia suficientes como para que el resultado deje un buen sabor de boca, al menos algo parecido ocurrió con las temporadas previas. Por lo tanto, quedo expectante al as que Diablo Cody, guionista de la serie, se guarda debajo de la manga.
