martes, 29 de marzo de 2011

Todos Somos Dawn Wiener




Bienvenidos a la casa de las muñecas. No, no es la película patrocinada por Playboy y protagonizada por Paris Hilton. Sino que nos encontramos ante el título de la supuesta ópera prima de uno de mis directores favoritos: Todd Solondz. (Digo supuesta porque el propio director reniega de su verdadera ópera prima)
Película que relata la vida de Dawn Wiener, la cuál parece no tener una sóla cualidad socialmente aceptada como "positiva". Tímida, cohibida, verdaderamente no muy guapa, denostada por profesores, compañeros y padres. Nadie parece sentir compasión por Dawn (espectacularmente interpretada por Heather Matarazzo, actriz que ha declarado varias veces la influencia tan grande que ha tenido en ella su personaje). Ni siquiera el propio director, que no sólo contento con hacer sufrir a su personaje, utiliza ese sufrimiento para crear un humor negro ,muy negro, negrísimo, hasta extremos en los que la palabra "violación" protagoniza uno de los pasajes más incómodamente divertidos de la película. También constituye un personaje que por otro lado, Todd Solondz creó como autorretrato de sí mismo.

Lo que ocurre es que es en muchos casos, la línea que separa el buen humor del mal gusto es tremendamente delgada, y el hecho de que tanto la película como el personaje anden con tal equilibrio por encima de esta línea es lo que convierte a Dawn Wiener en un personaje tan memorable.

¿Pero dónde reside la genialidad de este personaje? En el hecho de que sea tan sencillo identificarse con ella (¿quién no se ha sentido alguna vez fuera de lugar por muy popu, atractivo o inteligente que fuese?) y a la vez den tantas ganas de convertirse en uno de los personajes que la acosan. Porque sí, Dawn Wiener es repelente, como ella sola. Pero esa repelencia que se gana a pulso (desde el principio trata a aquéllos sobre los que tiene poder con las mismas malas formas con las que ella es tratada durante toda la película) la hacen adorable a la vez.

Que nadie espere un final feliz para este personaje. Es la hija mediana de tres hermanos en los que el favoritismo hacia ellos es descarado y repugnante (al personaje de la madre de Dawn sí que dan ganas de patearle la cara ya que, ya que este personaje se podría definir con las palabras "verdadera zorrona"). Está enamorada de un guaperas que parece tirarse todo lo que se mueve menos a ella, aunque este personaje sea posiblemente el que mejor se comporte con ella durante la película. Su hermana pequeña, ideal de la perfección y aspirante a bailarina de ballet la eclipsa en absolutamente todos los ámbitos. Amenazada de violación. Acosada y agredida por sus compañeros de clase siendo víctima de insultos diarios. En lo único en lo que a veces su tiempo libre es en tocar el piano, pero por mucho que se esfuerce y ponga sentimientos, nadie repara en ella ya que no es demasiado buena.


Si al final dan ganas de darle un abrazo y decirle: "Todo va a ir bien. Todo te irá mejor en la vida"... ¿Pero para qué mentirle a Dawn? Ella misma sabe lo que hay y no parece que espere nada mejor. Muy grande la mención al personaje en el cuarto filme de Todd Solondz, "Palíndromos", en la primera escena de dicho título en la que por fin nos enteramos de lo que verdaderamente ocurrió con Dawn Wiener (haz click aquí si quieres mutilarte a spoilers).

Son innumerables la cantidad de escenas que derrochan genialidad a lo largo de los minutos de Welcome to the Dollhouse. Pero esa primera escena en la que Dawn coge su bandeja en el comedor del instituto, se queda de pie, completamente inmóvil a observar una a una las mesas de sus compañeros es simplemente brillante.

Me gustaría profundizar en la relación entre el personaje de Dawn Wiener y la propia actriz Heather Matarazzo. El hecho de que le haya afectado de tal forma el personaje ha conllevado a que su carrera cinematográfica haya caído en picado. Por la simple razón de alejarse de ese oscuro humor del cine independiente y escudarse en un tipo de películas de índole más inocente. De hecho, seguramente la mayoría la conozcáis como la "mejor amiga" de Anne Hathaway, la prota de Princesa Por Sorpresa o por aquella chica que muere en Hostel 2.
Además, el primer beso de la actriz no fue como Heather Matarazzo, sino como Dawn Wiener, es decir que lo tuvo interpretando a su personaje. Algo verdaderamente chocante. Otra escena que me hace pensar mucho en el impacto provocado en la actriz, es que cómo influyó en Heather Matarazzo el momento en el que está sentada en el comedor y vienen las compis "chachiguays" vestidas de animadoras y empiezan a cantarle en tono burlón "Lesbo, lesbo, lesbo", cuando ahora la actriz reconoce abiertamente su sexualidad.

Es una película bastante cruda, pero indispensable. Por lo que tan sólo puedo recomendarla, aunque eso sí, es posible que algún sector del público la encuentre de mal gusto. No saben lo que se pierden.

Y aquí el momento que hace honor al título de la película. Ojalá pudiera bailar yo así.


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